Evaluación diagnóstica desde un enfoque de evaluación formativa
Según James (2017), “La evaluación formativa es
el proceso de búsqueda e interpretación de evidencia por parte de estudiantes y
docentes con el fin de identificar ‘dónde’ se encuentra el estudiante, ‘a
dónde’ necesita ir y cuál es la mejor forma de hacerlo”. En ese sentido, el
éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje se sostiene, en parte, en una
evaluación continua de los logros, necesidades y condiciones de los estudiantes,
desde que empieza dicho proceso.
¿Cómo realizar este proceso de evaluación?
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Identifique las competencias seleccionadas para
la etapa de Consolidación de Aprendizajes 2021.
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Organice toda la información recopilada a la
fecha, en relación a dichas competencias, en los siguientes documentos:
portafolio del estudiante, carpeta de recuperación del estudiante (si la
hubiera), evaluaciones finales del año escolar 2022 y calificaciones
registradas en el SIAGIE.
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Analice dicha información y evalúe si le dan
una base razonable para planificar situaciones significativas y actividades
acordes a las necesidades de los estudiantes desde el inicio del año escolar
2022.
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En el caso de las competencias seleccionadas
para las cuales considere que no cuenta con información suficiente, plantee una
evaluación diagnóstica a partir de situaciones significativas y criterios
relevantes para el análisis de las producciones de los estudiantes (los
fascículos le muestran algunos ejemplos asociados a las distintas áreas y
niveles).
El
objetivo de este proceso de evaluación diagnóstica es el de contar con la
información más precisa que sea posible a fin de que el acompañamiento a
realizar en el aula (tanto en la educación a distancia como en la presencial)
parta de lo que el estudiante ya domina y, más bien, lo ayude a desarrollar
aquello para lo cual aún necesita orientación y apoyo. Sin información clara,
este proceso puede ser mucho más lento y poco eficiente.