Orientaciones para identificar las necesidades de aprendizaje
de las y los estudiantes y orientar el refuerzo escolar.
“En las tendencias
pedagógicas contemporáneas, la idea de evaluación ha evolucionado significativamente.
Ha pasado de comprenderse como una práctica centrada en la enseñanza, que
calificaba lo correcto y lo incorrecto, y que se situaba únicamente al final
del proceso, a ser entendida como una práctica centrada en el aprendizaje del
estudiante, que lo retroalimenta oportunamente con respecto a sus progresos
durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje”.
¿Cómo se entiende la evaluación formativa?
Una evaluación
formativa enfocada en competencias busca, en diversos tramos del proceso:
-
Valorar
el desempeño de los estudiantes.
-
Identificar
el nivel actual en el que se encuentran los estudiantes respecto de las
competencias con el fin de ayudarlos a avanzar hacia niveles más altos.
-
Crear
oportunidades continuas para que el estudiante demuestre hasta dónde es capaz
de combinar de manera pertinente las diversas capacidades que integran una competencia.
Las competencias objeto de evaluación
Evaluar
competencias, implica observar las producciones o actuaciones de los
estudiantes y analizar, en éstas, el uso combinado de las capacidades de las
competencias frente a situaciones desafiantes, reales o simuladas, para valorar
los recursos que pone en juego, retroalimentar los procesos y tomar decisiones
oportunas.
El desarrollo de
las competencias no se da de forma aislada. Frente a una misma situación, un
estudiante pone en juego una
serie de
competencias previstas y no previstas desde los propósitos de aprendizaje,
planificados en una experiencia de aprendizaje, unidad o proyecto.