Lista de cotejo
La lista de cotejo es un instrumento de
evaluación que permite identificar la presencia o ausencia de un criterio de
evaluación, el cual ha sido formulado considerando la competencia, capacidades,
desempeños y estándares del área.
La principal ventaja de este instrumento es la
sencillez y rapidez para su diseño.
Se recomienda formular los indicadores o
descriptores de la lista de cotejo con un lenguaje
sencillo y adecuado a la edad de las y los
estudiantes.
Con respecto al proceso de construcción
de la lista de cotejo, González (2020, p. 12) recomienda seguir tres pasos:
planificación, diseño y revisión.
Rúbrica
La rúbrica es un tipo de escala de valoración
que presenta criterios como ejes y niveles de
desarrollo, a partir de descripciones concretas.
Es empleada para evaluar los aprendizajes de las y los estudiantes, expresados
en desempeños. Brookhart (2013) plantea que:
El propósito principal de las rúbricas es
evaluar desempeños. Para algunos desempeños,
se observa al estudiante en el proceso de hacer
algo, tal como usar un taladro eléctrico
o discutir sobre un tema. Para otros desempeños,
se observa el producto resultante del
trabajo del alumno, tal como una estantería
acabada o un informe escrito.
La ventaja de este tipo de instrumento es que
tanto la o el docente como la o el estudiante
pueden identificar el nivel de logro del
aprendizaje, ubicándolo en alguno de los descriptores
elaborados. Asimismo, brinda información
oportuna y amplia con respecto a lo que se espera que alcance el estudiantado
en relación con la competencia.
La desventaja radica en que se puede caer en la
estandarización, ya que las descripciones del nivel de logro de las
competencias y criterios seleccionados son fijos e iguales para todo el estudiantado,
es decir, no se consideran las oportunidades de mejora personales.
Cuestionario para entrevista
El cuestionario aplicado en una entrevista
permite recoger información de manera directa a partir de preguntas que se
formulan con base en categorías o focos de análisis. Puede ser formulado a diversos
actores, como estudiantes, docentes, padres de familia, etcétera. Rodríguez,
Barrios y Fuentes (2008) definen la entrevista como “la forma de comunicación
mediante el intercambio de palabras en la cual una persona –el entrevistador–
trata de obtener cierta información o la expresión de determinados
conocimientos o valoraciones sobre un tema dado” (p. 120).
Según Guda y Lincoln (citados por Valles, 2014),
la entrevista puede ser dirigida o estructurada o no dirigida o semiestructurada.
La primera se centra en formular preguntas fijas que el entrevistado deberá
responder secuencialmente, sin omitir ninguna; es decir, en ella el evaluador
ha definido previamente con claridad las categorías sobre las cuales desea
obtener información para, a partir de ellas, elaborar una secuencia de
preguntas.
El segundo tipo de entrevista se caracteriza por
ser flexible, pues en ella el entrevistador plantea preguntas guías a partir de
las categorías previamente definidas, pero estas pueden ir variando de acuerdo
con las respuestas que brinde el entrevistado, lo que le da al entrevistador la
posibilidad de profundizar en un aspecto u otro.



